Leer nos une

En Mona Minas, la lectura y las historias se abrieron paso entre la rutina para recordarnos que el trabajo también necesita pausas que alimenten el alma.

Las bibliotecas son humanas porque son las personas quienes leen, por eso, Libia, Laura y Melany nos invitan a descubrir que en sus bibliotecas las historias no solo se leen: también germinan, se tejen y brillan en el cielo.

Leemos libros, pero también desciframos gestos, sonidos, silencios, conductas y hasta las calles que recorremos.

Jhon Zapata Estrada, promotor de lectura de la Biblioteca Pedregal, nos ayudó a crear un decálogo para despertar en niñas y niños el deseo de leer.

Carolina creció en una escuela rural de Titiribí, rodeada de montañas que parecían encerrar el mundo.

La lectura transforma el cerebro: fortalece la memoria, reduce el estrés, mejora la empatía e incluso puede retrasar el envejecimiento.

En Ratón de Biblioteca, Yonatan encontró mucho más que estanterías repletas de historias: halló un refugio, un espacio donde las palabras le abrieron puertas a nuevos mundos y, con el tiempo, le ayudaron a descubrir su propósito.

Desde las primeras tablillas de barro hasta los libros digitales, los humanos hemos buscado entender el mundo a través de las palabras.