Imagen Pluralismo y diversidad editorial

David Escobar

Hagamos las paces

“La paz comienza con una sonrisa” Madre Teresa

Te tomará unos 4 minutos leer este artículo

“La paz comienza con una sonrisa” Madre Teresa

Quiero empezar este texto contando algo personal. Tengo un solo hermano al que quiero y respeto. Quienes nos conocen desde siempre, pueden de­cir que nuestra relación cuando niños era de “enemigos mortales”. Teníamos muchas discusiones y hasta riñas… Por supuesto que no siento orgullo al compartir esto, pero supongo que es parte del proceso de crecer. Incluso, un psicólogo me dijo una vez que es com­pletamente normal que dos hermanos, especialmente en la infancia, tengan conflictos, pues estos nacen de un es­píritu natural de competencia y emu­lación permanente. Lo bonito de estos conflictos y discusiones —que segui­rán existiendo siempre (solo verbales, por supuesto), ya que mi hermano y yo tenemos caracteres, intereses y es­tilos de vida diferentes— es que siem­pre terminaban y seguirán terminando con un gesto de amor y una expresión familiar, cariñosa, de “hacer las paces” y “darnos la mano como hermanos”.

Diariamente doy gracias de haber te­nido la oportunidad de crecer en una casa donde me enseñaron que la palabra paz (o paces, en plural), no se refiere a la ausencia de conflictos, sino a la posibi­lidad de manejarlos de manera pacífica, mediante el diálogo. Pues bien, eso es lo que queremos hacer en Comfama: ser un espacio que facilite el diálogo, el en­cuentro y la convivencia.

Cada semana pasan por nuestras se­des y servicios más de veinte mil perso­nas que disfrutan de las oportunidades en recreación, salud, educación, cultu­ra, vivienda, turismo, etcétera. En estos espacios suceden cosas maravillosas, muchas “historias de felicidad”, como las llamamos nosotros. Como he dicho en editoriales anteriores, son historias de vida en las que la solidaridad, la feli­cidad y la inclusión social son protago­nistas. Sin embargo, también tenemos problemas, que para algunos no son más que el reflejo de la sociedad antioqueña y colombiana; hay conflictos que a veces nos da trabajo manejar, internos, entre los afiliados o de usuarios con emplea­dos de Comfama. Cosas “normales” que hoy queremos ver como situaciones a mejorar, desde la Caja, por la paz verda­dera, la que comienza en la comunidad.

Una persona que se cansa de esperar en un centro de salud y agrede a la en­fermera o a la persona que la atiende. Una pareja con problemas conyugales que pelea en un parque recreativo. Un vigilante que, pretendiendo evitar la vio­lencia, expulsa de una sede a una fami­lia que discute acaloradamente y parece que llegará a las manos. Esto pasa poco, estadísticamente casi nunca, para tantos miles de interacciones, pero cada que su­cede nos duele y nos desafía.

¿Qué tal si empezamos a pensar que estos eventos no son de ninguna ma­nera “normales”?

La propuesta es simple y va dirigida a los dos millones y medio de personas que hacemos parte de la comunidad Comfama: empleados directos y de em­presas que le prestan servicios a la Ca­ja, afiliados, usuarios, beneficiarios. A todos los invitamos a recordar esa sim­ple lección de la Madre Teresa: “La paz comienza con una sonrisa”, y volver a la infancia con esa contundente y sa­na lógica de conversar para resolver el conflicto, hacer acuerdos, cumplirlos e invitarnos a “hacer las paces” cada día.

Más allá de lo político y los asuntos del Gobierno, quiero proponerles que no nos quedemos esperando una PAZ grande, ajena y estatal, donde seamos actores pasivos o simples receptores de decisiones tomadas lejos de nosotros.

Es por eso que dentro de nuestra reflexión sobre el papel de una Caja de Compensación en este momento histórico de Colombia, aparecen como prioritarias las acciones que desarro­llaremos alrededor de estos frentes de trabajo: el compromiso institucional con mejorar cada día nuestro servicio para que sea amoroso sin paternalis­mo; la cultura ciudadana en nuestros espacios; y la formación masiva en la resolución pacífica de conflictos en la familia y la comunidad.

Será con hechos, inversiones y pro­gramas como haremos nuestra contri­bución para que el papel de una organi­zación como la nuestra en el pos acuerdo trascienda, como dice un consejero de la Caja, la “abrazoterapia”. Esto, sumado al desarrollo de la siguiente fase de un programa de ruralidad, del que hablaré en una próxima oportunidad, en el que estamos poniendo todo el entusiasmo para incrementar nuestra presencia en los municipios de Antioquia con más y mejores servicios y alianzas sociales que promuevan el desarrollo territorial.

Finalmente, los invito de nuevo pa­ra que cuando veamos una familia pe­leando, una persona furiosa porque no ha recibido lo que espera en un centro de salud o sede, o cualquier gesto de violencia que parece “normal”, acuda­mos a la sonrisa como instrumento de paz y al viejo truco de “hablemos, ha­gamos acuerdos y hagamos las paces”.

En Comfama creemos en la paz, sabe­mos que nuestro aporte, tranquilo y sin protagonismos, será en el territorio, con la familia y con los empleadores, para que nos alineemos desde lo privado y lo social en la construcción diaria, pacien­te y progresiva de una mejor ciudada­nía, para que un día nos demos cuenta de que somos una sociedad moderna y pacífica, de tanto repetir ese poderoso gesto de “hacer las paces”.

La propuesta es simple y va dirigida a los dos millones y medio de personas que hacemos parte de la comunidad Comfama:

empleados directos y de em¬presas que le prestan servicios a la Ca¬ja, afiliados, usuarios, beneficiarios

Etiquetas:

David EscobarEditorial
Únete al grupo de conversación.Únete al grupo de conversación.

Suscríbete a nuestro boletín y mantente actualizado.

He leído y acepto los términos y condiciones

La Revista Comfama es un medio de comunicación educativo, de circulación gratuita, que tiene como objetivo generar conversaciones sanas y constructivas que transmitan valores positivos a través del poder del ejemplo y las historias.