La búsqueda por un futuro in situ

Mi vida siempre ha estado ligada al campo y, gracias a la inquietud que desde niño he tenido por la tecnología y el conocimiento, tenía claro que quería formarme en algo relacionado con la computación. También quería aportarle a mi región y la oportunidad de hacer posibles ambas cosas la encontré en el SENA. Esta institución gratuita y con excelentes docentes me aportó las herramientas y la posibilidad de combinar dos cosas que para muchos no tienen relación: el desarrollo de software y la agricultura. 

Estaba convencido de que lo podía lograr. Siempre me ha caracterizado la perseverancia, o lo que otros llaman obstinación o terquedad. Hice lo posible para no escuchar aquellas voces de jóvenes migrantes que ven en la ciudad la única forma de estudiar profesionalmente o la única manera de ejercer. Sabía que podía lograrlo sin dejar a mis amigos, a mi familia y a mi municipio. Fue así como terminé mis estudios de desarrollador de software con pasión y disciplina y además conocí personas en otras regiones del país con el mismo deseo que tenía yo: seguir allí para contribuir a su desarrollo. 

Pero no todo es color de rosa. Llegó el momento de ejercer y a pesar de que nos encontramos en pleno siglo XXI, para algunos empleadores el tema de la virtualidad no es bien visto y menos si uno vive en otro municipio. Es como si eso te restara méritos. 

Me presenté a varias entrevistas de trabajo y no me aceptaron, llegué a dudar de mí como profesional y de mi decisión de seguir en Sonsón. Por fortuna llegó la oportunidad de trabajar en Agricapital, una empresa que me permite laborar desde mi hogar y confirmar la idea de ir a la ciudad solo a pasear. 

Allí también pude lograr lo que siempre quise y parecía imposible: combinar una profesión como programador y desarrollador de software, y trabajar por el agro con una empresa que se dedica a promover la financiación de los campesinos, la tecnificación de los procesos agrícolas y herramientas para el mejoramiento de los procesos de siembra y cosecha. Nos dedicamos a impactar la vida de miles de personas. 

Este fue el match perfecto entre mi deseo de permanecer en el campo y el poder ayudar a mi comunidad. Me gusta ser un ejemplo para las generaciones que vienen detrás, porque creo fielmente que si el campo es llamativo para las juventudes y para inversionistas, es sinónimo de mejor calidad de vida para todos.