¿Qué es el amor y por qué hablamos de él?

¿Qué es el amor?

El amor no es una sola cosa. Hay un amor ideal, un amor que se rige por lo que deseamos, ese amor que imaginamos cuando hacemos una lista de cómo queremos que sea. Pero también existe el amor que se combina con el deseo, y esa combinación implica aceptar la falta, la equivocación, no como un fracaso, sino como algo que nunca encaja del todo.

¿Estamos programados para amar de alguna manera específica?

A pesar de todo lo que se ha dicho sobre el amor, este sigue generando interrogantes y enigmas que nunca se agotan. No creo que estemos pro - gramados para amar de una manera específica. Vivimos en un mundo que parece cada vez más programado y predecible, pero el amor no sigue un guion predefinido. Aunque hoy en día hay muchos discursos sobre el amor, la saturación de información puede ser abrumadora, imponiéndonos la idea de que el amor debe ser perfecto y sin conflictos. La realidad nos muestra que siempre hay aspectos del amor que no podemos controlar o prever.

¿Qué opinas sobre las categorías que se han creado alrededor de las relaciones amorosas, como situationship, ghosting, follamigo, dating, friendzone, poliamor…?

El deseo resiste cualquier protocolo, y creo que estas categorías, al proto - colizar las relaciones, solo aplanan el deseo. Hay una pasión por clasificar todo, y aunque estas etiquetas pue - den ofrecer cierta claridad, también pueden dificultar los encuentros auténticos. Al ponerle nombre a todo, corremos el riesgo de naturalizar prácticas que convierten el encuentro en algo codificado y parametrizado.

¿Cómo entender el amor y el deseo en el contexto de la tecnología?

Las apps sugieren que el amor se pue - de reducir a preferencias que llenas en un formulario: edad, signo, profesión, etc, pero el deseo se engancha en algo que no tiene que ver con esas características. Puedes pensar que te gusta alguien por su sentido del humor o su profesión, pero si te presentan a otra persona con esas mismas características, quizás no te guste. Lo mismo ocurre cuando eliges a un psicoanalista. Puedes pensar que quieres un analista con ciertas características, pero la verdadera conexión es algo más profundo y menos predecible, como en el amor.

¿Por qué cuestionas la forma en que algunos feminismos conciben las relaciones?

No sé exactamente por qué los encuentros se han vuelto más difíciles hoy en día, pero creo que hay muchas razones. Una de ellas podría ser que, en los últi - mos años, hemos intentado hacer las relaciones más «higiénicas», evitando cualquier molestia. Ante el primer signo de incomodidad, el otro se vuelve des - cartable. Hemos erigido una especie de expectativa de armonía en las relacio - nes, cuando en realidad, la experiencia nos muestra que los encuentros con otros no son armónicos, ni siquiera en la amistad. Esta pretensión de armonía, combinada con la intolerancia hacia cualquier molestia, ha creado condiciones cada vez más difíciles para que los encuentros se den.

¿Existen recetas o manuales de instrucciones para el amor?

Me recuerda una frase de una canción de Babasónicos: «sé que algunas pie - zas no encajan jamás, pero te aseguro que de esta forma va a funcionar». Las piezas no encajan del todo, y siempre queda un espacio. No se trata de que las cosas encajen perfectamente, sino de dejar de esperar que todo encaje.