Te tomará unos 4 minutos leer este artículo

Lina un día se dio cuenta de que su labor en el colegio era insuficiente, decidió entonces dar clases particulares. En ellas además de ayudar a mejorar el rendimiento académico de sus estudiantes, aprendió a cuidarlos.

Lina María Loaiza Álvarez es normalista desde 1991. Es decir, se graduó de un colegio que le permitió impartir clases desde muy joven en Itagüí, Antioquia. Estudió, además, una tecnología en Ingeniería de Sistemas y un conjunto de cursos para aprender a aprovechar el potencial de los niños y estimular la lectura.  

En 1993 se radicó en Bogotá y trabajó por 15 años en el Colegio Amanecer Bilingüe.   

Sus días de colegio transcurrieron con normalidad hasta que empezó a notar algo: sus estudiantes eran capaces, inteligentes, atentos. Pero algunos empezaban a quedarse rezagados en sus procesos. No llevaban las tareas y cuando las llevaban, no estaban completas o quedaban mal hechas.   

Observó atenta y notó que esos niños no tenían el acompañamiento suficiente.   

Sus papás o cuidadores estaban muy ocupados o no sabían cómo orientar las tareas que mandaban del colegio. Decidió ofrecer el servicio de clases a domicilio, primero a niños de su colegio, para reforzar el proceso.    

Las clases a domicilio funcionaban bien, pero notaba que, aunque el proceso de sus estudiantes empezaba a mejorar, en las casas seguían teniendo muchas distracciones. Si sonaba el teléfono se paraban a contestar; si el vecino tocaba la puerta, ellos salían a abrirla; si llegaba la tía o la abuela, interrumpían para saludar. Lina es paciente, comprensiva, pero sabía que las clases a domicilio eran insuficientes, sus estudiantes necesitan un espacio para concentrarse y mayor atención de su parte. Necesitaban ser cuidados mientras aprendían.   

Cada vez tenía más niños a quienes acompañar. El ‘voz a voz’ se expandía y no daba abasto. Otros papás empezaron a notar que el colegio no era suficiente, el trabajo extraclase y la compañía para hacer tareas, era el impulso que sus hijos necesitaban. Llegó el momento en que Lina tuvo que elegir entre seguir creciendo con las tutorías o el mantenerse en el colegio donde trabajaba. No quería renunciar a la idea de acompañar a los niños que, sabía, era importante; pero le daba miedo dejar su trabajo estable, con sueldo fijo y seguridad social.   

Finalmente renunció y con una colega fundó Colores de Alegría, un instituto donde los niños podían concentrarse, dejar sus tareas listas, reforzar donde tenían más dificultades, hacer las carteleras y hasta preparar la mochila para el otro día.   

Años después, en Envigado, Lina volvió a empezar, pero esta vez sin miedos. Estuvo cuatro años en colegios con la estabilidad que un salario fijo le brindaba, pero observó nuevamente que los niños tenían todo el potencial para aprender y contaban con cuidadores sin tiempo. Nuevamente creó un instituto con la confianza de quien ya conoce.   

Nació entonces el Instituto Delta te acompaña donde, durante horas o jornadas, los niños encuentran, más que una profesora, una cuidadora que, con toda su experiencia y conocimientos, los ayuda.   

Cada día, antes o después de su jornada escolar, los niños llegan donde Lina a hacer las tareas y ella los orienta para que queden bien hechas. Algunos llegan en la mañana, estudian y salen para el colegio después de almorzar. Los cuadernos de cada uno se quedan en el Instituto para que les sea fácil organizar el horario de materias de cada día. El tiempo y la atención son fundamentales y cada momento en Delta les permite reforzar lo aprendido sin la formalidad de un salón de clase.   

Lina es feliz con su trabajo. La independencia le trajo satisfacción. Recibe visitas y las gracias constantes de estudiantes de todas las edades que encontraron en ella la compañía, el cuidado paciente y preparado. Su instituto sigue creciendo, a la par de sueños y aprendizajes de quienes crecen con ella.  

En Medellín se adelanta la segunda fase del diseño del Sistema Distrital de Cuidado con un enfoque de igualdad de género que articulará la demanda de cuidado y la oferta de estos servicios en la ciudad 

¿Cómo te aseguras que quienes amas estén bien cuidados?

Ayudar a otros a hacer la tarea, también #Estrabajo

Etiquetas:

CuidadoAcompañamientoAprenderHacer la tareaLina María Loaizacuidadoclase medianiñez
Únete al grupo de conversación.Únete al grupo de conversación.

Suscríbete a nuestro boletín y mantente actualizado.

He leído y acepto los términos y condiciones

La Revista Comfama es un medio de comunicación educativo, de circulación gratuita, que tiene como objetivo generar conversaciones sanas y constructivas que transmitan valores positivos a través del poder del ejemplo y las historias.