Cada acción cuenta contra el hambre

Todo comenzó en 2011 durante las movilizaciones estudiantiles contra la reforma a la Ley 30 de educación. En un ambiente donde los estudiantes eran estigmatizados como «vagos» o «terroristas», un grupo de estudiantes de universidades públicas decidió transformar esos estereotipos. «Estábamos en paro y pensamos: ¿por qué no alimentamos a quienes lo necesitan?», recuerda Yesid Álvarez Maya, uno de los fundadores de Chocolate pa’l compa y docente del instituto de Biología de la Universidad de Antioquia. Una olla de chocolate caliente y pan fue el punto de partida de un grupo que hoy, 13 años más tarde, sigue activo.

Cada encuentro les revelaba una realidad compleja: en las calles, con hambre, hay niñas y niños indígenas desplazados, familias enteras viviendo en condiciones precarias, y una ciudad que lidiaba con las consecuencias del desplazamiento forzado por el conflicto armado.

Lo que comenzó como encuentros esporádicos para repartir alimentos evolucionó y cada mes la fundación organiza actividades que incluyen ollas comunitarias, brigadas de salud y jornadas de bienestar, entre otras.

Hoy, Chocolate pa'l compa cuenta con un núcleo de diez líderes y un voluntariado rotativo que puede alcanzar las 50 personas en actividades como día del niño y la niña, Halloween o Navidad. Aunque el nombre remite al chocolate, el menú de las ollas comunitarias se ha diversificado: sancocho, fríjoles y otros platos tradicionales se convierten en excusas para reunir a la comunidad.

¿Hay momentos difíciles? Por supuesto: a veces no hay recursos, no conseguimos el apoyo por parte de las administraciones públicas o la inflación hace que los precios suban tanto que no podamos conseguir la cantidad suficiente de alimentos. Sin embargo, el compromiso del equipo y la respuesta de la comunidad han permitido superar los obstáculos. A lo largo de estos 13 años, Chocolate pa'l compa ha demostrado que el hambre no solo se combate con alimentos, sino también con solidaridad y acción colectiva, construyendo puentes: entre quienes dan y reciben, entre la indiferencia y la acción.