Alianzas por una infancia bien alimentada

La rutina diaria de Jessenia es un reflejo de esfuerzo y dedicación. Su día comienza a las 5:40 a.m., cuando despacha a su hija al colegio. Luego lleva a Juan Esteban a casa de su abuela, quien lo cuida mientras ella trabaja. Por las mañanas, realiza labores de aseo en diferentes lugares, y por las tardes, atiende en un almacén. Sus jornadas culminan con la rutina del baño, la cena y el anhelado descanso, solo para volver a empezar al día siguiente. Jessenia recuerda con claridad el día en que recibió una llamada inesperada. Al principio, pensó que era una estafa; le parecía increíble que, en medio de un momento difícil cuidando sola a Salomé, de diez años, y a Juan Esteban, de tres alguien se contactara con ella para ofrecerle alimento y acompañamiento sin que ella lo hubiera solicitado.

Arrullos Antioquia se rige por un criterio claro para seleccionar a las personas que atiende: madres gestantes, lactantes, y familias con niños y niñas menores de 5 años que no estén participando en programas de modalidad integral del Icbf y en situación de vulnerabilidad social. Este programa es liderado por el Despacho de la Primera Dama y la Unidad de Programas Sociales, como parte de la estrategia de la Gobernación.

Su ejecución es posible gracias a convenios con organizaciones y cajas de compensación familiar: Comfama y Comfenalco Antioquia. El beneficio consta de seguridad alimentaria, seguimiento nutricional, entrega de paquetes alimentarios; crianza amorosa, salud emocional, literatura, juego y lenguajes del arte, con enfoque diferencial y territorial, cosas que le han permitido a Jessenia, además de mejorar la alimentación de Juan Esteban y Salomé, también estar más tranquila.

La meta, durante los cuatro años de la administración departamental, es impactar 40 mil familias en los municipios priorizados.