Las primeras elecciones de una joven

Valentina Aguilar es estudiante de trabajo social, tiene 19 años y, al ser hija de un exalcalde con una clara tendencia política, se esfuerza por encontrar su propio criterio para elegir.

Siempre le importó la política. Por eso para ella ha sido importante leer y buscar información. De esta manera, construye sus propios conceptos. Piensa muy diferente a su familia respecto a la actualidad política del país y aunque todos son respetuosos, el tema no siempre puede ponerse sobre la mesa. 

Todos tienen sus ideologías; al ser hija de padres separados, sus dos familias se comportan de forma muy particular frente a la contienda electoral. 

Por parte de su familia materna, no se habla mucho de política. Comparte con su mamá ciertos pensamientos y hasta le tiene la confianza suficiente como para preguntarle por quién votará, pero ella suele ser muy neutra: vota en blanco y no toma mucho partido. «Es de la clase de personas que ha perdido la esperanza en los movimientos políticos y en el país», dice. 

«Por parte de mi papá es diferente. Somos una familia muy unida y, en esa medida evitamos hablar de estos temas. Mi papá fue alcalde entonces siempre ha tenido sus orientaciones fijas hacia ciertos movimientos». 

Aunque nunca se ha sentido juzgada ni atacada en casa por pensar diferente, y su papá sabe que no comparte su ideología, desde que tiene memoria ha buscado su manera de expresarse, de pensar. Una que sienta de ella y no heredada. 

«Yo le he dejado muy clara mi posición, por eso para mí es importante tener claro por qué hago las cosas, por qué tomo mis decisiones, no es simplemente porque sí». 

Para estas elecciones ha leído, revisado las hojas de vida, la formación académica, la trayectoria política, los antecedentes judiciales, algunos planes de gobierno y analizado la gestión de los candidatos. Algunas de sus fuentes más usadas han sido las redes sociales y páginas web especializadas.

No por esto deja de escuchar. Para Valentina una muy buena fuente de información es la gente, enfrentarse a diferentes opiniones le permite conocer otras ideologías y percepciones; además, le da la oportunidad de expandir sus ideas. 

Siente que, como joven, hoy tiene la misión de aportarle a esta sociedad su granito de arena y ayudar en la construcción de un país para que no repita una y otra vez la misma historia. No es sencillo, no a todos parece interesarle, pero sabe que parte del cambio que la sociedad reclama en Colombia tiene eco porque los jóvenes lo gritan. La mejor manera de hacer parte de él es votando y hacerlo de la forma más coherente posible.