Hablar de democracia no es lo mismo que hacer campaña

¿Será que la empresa se volvió de izquierda o de derecha?», «¿nos van a hacer votar por algún candidato?» fueron los primeros comentarios que surgieron en la empresa cuando les propusieron a sus empleados hablar de política. El ambiente, que siempre había sido liviano, se puso tenso.

¿Ver la empresa como un lugar, no solo para trabajar, sino para conversar alrededor de la política? ¿cómo abordar, además, un tema tan sensible en un espacio laboral? ¿Sí es una buena idea? Fueron algunas de las preguntas que se hicieron dentro en el grupo de trabajo que promovió la iniciativa Tu voz cuenta, de Laboratorios Ecar.

Y es que una empresa productora y comercializadora de medicamentos, con 88 años de experiencia, realmente no pareciera tener la necesidad de hablar de política, de ello no dependía ni su producción ni su rentabilidad. Sin embargo, sus directivos veían necesario promover entre los 750 empleados una conciencia política, especialmente en época de elecciones.

Cuando escuchan cosas como «¡Ya nos van a hablar de política!» o «¡qué pereza esto!» o «¿eso qué tiene que ver conmigo?», empezaron a experimentar la impopularidad. Pero en la empresa no se estaba promoviendo a ningún candidato, no tienen una orientación electoral como empresa, lo único que los animaba era que todos compartieran la preocupación por el futuro del país.

Por eso, no pensaron en dar marcha atrás, de hecho, tanta renuencia hacia el tema lo único que demostraba es que conversar de política y democracia era una necesidad urgente.

Decidieron ajustar la estrategia y buscar aliados que los ayudaran a encontrar formas adecuadas de abordar el tema. En medio de su análisis vieron en Comfama, a través de lo que conocían de Gerencia Social, la experiencia para liderar conversaciones como estas, en las que las personas logran sentirse cómodas al expresar sus opiniones, aprender cosas nuevas y replicar estos diálogos en casa.

Comfama, con el apoyo de No Apto y una metodología en la que se incitan preguntas a través de un mazo de cartas construido por expertos, crea espacios para discutir aspectos relacionados con las campañas políticas, las dinámicas electorales, la utilidad de la democracia y las etiquetas sociales.

El mediador reconoce todas las opiniones, sin juicios de por medio y procura encontrar los elementos comunes. Además, politólogos o abogados, aprovechan el momento para desmitificar opiniones que se tienen alrededor del voto, de los políticos o de las instituciones.

Solo un mes se necesitó para pasar de que casi nadie quisiera hacer parte de esta conversación a que el 80% de los empleados participaran de forma activa y que, a su vez, fueran los «embajadores» de las conversaciones entre sus compañeros. Muchos de los que antes no querían hacer parte, ya han preguntado cómo vincularse.

Poco a poco, al avanzar en los ejercicios de conversación en la empresa y en las casas, quedó claro que hablar de democracia no es lo mismo que hacer campaña política, que lo que pase con la democracia sí nos afecta y que votar es un derechos valioso que podemos ejercer.

Para Laboratorios Ecar, la participación política no debe ser obligatoria. Ser una empresa ‘activista’ y cuidar la democracia pasa por proponer conversaciones, respetar que no todos piensen igual, inspirar para que otros se sumen y procurar que el voto de cada uno sea libre e informado.

Algunas entidades que cuidan la democracia

1. Casa de las estrategias. Investiga para incidir en políticas públicas, generar estrategias para disminuir el miedo, fortalecer la ciudadanía y la participación.

2. Conciudadanía. Fortalece las democracias locales y promueve el desarrollo territorial.

3. Derecho a no obedecer. Desarrolla proyectos sobre participación, justicia climática y paz, a través de herramientas de participación ciudadana.

4. Viva la ciudadanía. Propone diálogos para la construcción de una ciudadanía social activa mediante procesos de deliberación regional y nacional.

5. Corporación Región. Trabaja por el fortalecimiento de la democracia, la garantía plena de derechos, la equidad de género y la defensa de lo público.