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Perdonar: un gesto humano y pequeño, pero a veces difícil de dar.

Era una tarde tranquila en el parque Comfama de Rionegro. Salomé, con sus 12 años y el mundo entero girando en su cabeza, buscaba algo tan simple como un espacio propio. A su lado estaba Miguel, su hermano pequeño de 5, tan lleno de energía como un río desbordado después de la lluvia.

La diferencia entre ellos era evidente: mientras Salomé quería soledad, Miguel solo quería ser parte de su mundo. En un momento de frustración, Salomé le habló con dureza: «Déjame sola». Se levantó y caminó hacia una banca, dejando tras de sí un rastro de palabras cortantes.

Pero Miguel la siguió. Sin palabras, sin reproches, se sentó junto a ella. No trató de llenar el silencio ni de romper su burbuja; simplemente estuvo ahí, asegurándose de que no se sintiera del todo sola.

Después de un rato, Salomé levantó la mirada. «Perdóname, no debí hablarte así», dijo. Miguel sonrió como si el perdón ya hubiera sido dado, y juntos volvieron a la mesa donde los esperaban sus padres. No fue un día extraordinario, pero recordó algo esencial: el amor y el perdón siempre encuentran una forma de volver a unirnos.

¿Para ti qué es perdonar?

«Yo le digo a mis amiguitos: disculpas, disculpas; si uno no disculpa, uno se siente mal, y sentirse mal está mal. Cuando uno le pide disculpas a alguien se siente más tranquilo, como que ya uno puede escoger el juego. Los amigos siempre están para apoyarnos y los amigos deberían sentirse bien». Maité Acosta, 6 años.

«Pasar la página, es restablecer mi equilibrio emocional. Alejo a la persona de mi vida para que no me haga daño, pero sano la herida y le deseo éxitos en su vida. Solo el tiempo puede ayudarnos a sanar las heridas que nos hacen los demás o que nosotros causamos». Teresita del Jesús, 68 años.

«Yo creo que el perdón es un acto liberador para quien lo otorga, me permite entender que el otro hizo lo mejor que podía desde la información que tenía». María Diocelina, 61 años.

«Pienso que tengo el derecho al no perdón, pero me iría a lo que dice la gran Celia Cruz: "Eso es el perdón, recordar sin dolor"». Aura Margarita Restrepo, 30 años.

«Yo veo el perdón como la canción de Cabas: "y buscamos el perdón divino / para mí el perdón es humano / divino cualquier perdón / y hace falta en la tierra / no allá arriba"». Natalí Chamorro, 33 años.

¿Cuáles pequeños actos de perdón practicas frecuentemente en tu vida?

Salomé y Miguel sienten el perdón como un acto genuino de dejar atrás el rencor para vivir en paz y continuar la vida.

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