Comer es primero, una ayuda en momento difíciles

Mónica Adonai Morales Córdoba vive con su esposo, en Manrique Oriental, tiene 47 años de edad y vive con una hija de 19 años, gemelos de 15, un niño de 11, y sus padres, de 76 y 73. Desde hace 28 años trabaja como vendedora en un almacén de El Hueco, una de las zonas más comerciales de Medellín. Es la única con un trabajo es - table en su casa, puesto que su esposo trabaja solo por días, eso hace que, a veces, llegar a fin de mes sea un desafío; como si de una malabarista se tratara, intenta mantener todo en movimiento, haciendo un ajuste allí y otro allá.

Octubre del 2024 empezó con apretón de presupuesto y el talento que ya había desarrollado la familia para manejar con juicio el dinero disponible para el mes, haciendo que el mercado rindiera, pero algo inesperado cambió su rutina: un mensaje de WhatsApp trajo un respiro. Mónica no lo sabía, pero hacía parte de un grupo de 17.850 personas que cumplían ciertos requisitos para recibir el subsidio del programa de Comfama con una inversión de más de 3 mil millones de pesos para apoyar a familias en condiciones de vulnerabilidad para que puedan acceder a alimentos de calidad. Los requisitos fueron: no tener ingresos superiores a $1.404.000 pesos, tener más de cuatro integrantes la familia, incluyendo a personas mayores.

Comer es primero no resuelve el problema del hambre en el departamento, pero aporta a la seguridad alimentaria y nos recuerda que enfrentar el hambre es tarea de Estado, empresas privadas y cada persona desde su círculo de influencia.

A los pocos días, Mónica y su familia pudieron redimir un bono de $139.000 pesos en un supermercado de la cadena Éxito, con el que pudieron comprar: fríjoles, lentejas, garbanzos, leche, harina, salchichón, salchichas, pollo, sal y azúcar. Para Mónica, el subsidio ha sido una ayuda significativa para la familia que, además de reflejarse en alimentos, también tiene un beneficio mental, pues les ayudará, durante tres meses, a reducir el estrés de llegar a final de mes.

El subsidio Comer es primero se crea con los recursos de la compensación familiar que aportan las empresas con el 4%.

UN ALIADO CONTRA EL HAMBRE: FUNDACIÓN ÉXITO

La malnutrición, ya sea por desnutrición, deficiencias en micronutrientes o sobrepeso, tiene un impacto enorme en nuestras comunidades.

Desde 2013, la Fundación Éxito trabaja con un sueño claro: alcanzar cero desnutrición en Colombia para 2030. Cada año, más de 60.000 niños y niñas y sus familias reciben apoyo alimentario y acompañamiento integral gracias a esta iniciativa.

Con la ayuda de aliados estratégicos como proveedores, otras fundaciones y clientes de Éxito y Carulla, se entregan paquetes mensuales de alimentos y se brinda apoyo en salud mental y emocional. ¿Por qué es tan importante? Porque los primeros mil días de vida (desde la gestación hasta los 2 años) son cruciales: el cerebro desarrolla hasta el 85% de sus conexiones neuronales en este período.

En 2024, más de 50.000 niños y niñas recibieron más de 182.000 paquetes de alimentos y participaron en proyectos de estimulación temprana.

Además, la Fundación Éxito promueve la lactancia materna como la mejor herramienta para combatir la desnutrición y potenciar el desarrollo cognitivo. Cada paquete de alimentos entregado no solo nutre un cuerpo, sino que alimenta un futuro lleno de posibilidades.