Anatomía de una pataleta

¿Por qué ocurren las pataletas?  

En los primeros años de vida, cuando sentimos ira, miedo o tristeza, el sistema límbico o emocional lo detecta como una amenaza y le pide al cuerpo que actúe rápidamente.  

Esa es, en pocas palabras, la explicación de las llamadas «pataletas» que suceden porque la corteza prefrontal del cerebro, responsable de gestionar las emociones ante situaciones de amenaza, urgencia o necesidad, está inmadura. Esta zona del cerebro puede tardar hasta 25 años en desarrollarse y necesita entrenamiento y acompañamiento para lograr la autorregulación.  

1. La neocorteza Estructura encargada del lenguaje, la imaginación o la capacidad de abstracción. 

2. El cerebro límbico Grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento. 

3. El cerebro reptiliano Controla el comportamiento y el pensamiento instintivo para sobrevivir. 

 Como adulto, ¿qué hago? 

1. Mantén la calma. Respira profundo y no te lo tomes personal. Estás ante una manifestación normal del niño:  se siente bajo amenaza, no sabe cómo pedirte lo que necesita o lo quiere de otra forma.    

2. Identifica la emoción y la situación que la detonó. Pregúntate:  > ¿Tendrá sueño o cansancio?  > ¿Comió a deshoras o tiene hambre?  > ¿Ha estado solo por mucho tiempo o en un espacio que no le permite moverse libremente?   > ¿Recibió una orden o límite que le pudo generar incomodidad?    

3. Ayuda a transitar y reconocer la emoción.

• Si te muestra que necesita contacto físico, puedes abrazarle y arrullarle.  

• Si notas que no está preparado para escuchar o recibir un abrazo, tu sola presencia tranquila y en silencio puede ayudarle a calmarse.   

• Valida sus emociones. Pon en palabras lo que identificas que está viviendo: «Parece que estás enojado porque no pudiste seguir jugando con tu amigo».  

• Si te agrede, puedes tomar distancia o decirle de manera tranquila: «No me gusta que me golpees, cuando te sientas listo, podemos conversar».  

• Si sientes impotencia o frustración, intenta respirar, retirarte a un espacio donde puedas calmarte o, incluso, pedir apoyo a otra persona cuidadora.   

4. Espera el momento adecuado. Una vez identifiques las señales de que es el momento de recibir tu abrazo o escucharte, pueden conversar.     

5. Entrenamiento emocional. Cuando pase la crisis, pueden hablar del tema y buscar estrategias para aprender a identificar y manejar las emociones.  

Fuentes:    

- Catalina Suárez. Psicóloga, magíster en Desarrollo, docente de Promoción y Prevención en salud mental, creadora de programas y proyectos en educación y crianza positiva para familias y colegios.   

- Crianza positiva y conexiones inspiradoras, cuadernillo de trabajo para las familias de la red de colegios Cosmo Schools. 

¿Qué piensas cuando ves una pataleta infantil? ¿Sabes qué hacer frente a algo así? Ten presente estas recomendaciones para acompañar un desborde emocional de los niños o niñas que te rodean.