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Las narrativas nos orientan, nos brindan un por qué y para qué avanzamos. Los relatos comunes, como sociedad, nos explican y dan cuenta de lo que somos.

Para entender cuáles son o por qué son tan importantes los relatos o las narrativas del futuro del departamento, conversamos con dos expertos culturales de nuestro departamento: María del Rosario Escobar, directora del Museo de Antioquia y Juan Luis Mejía, exrector de EAFIT. Ambos coinciden en la necesidad de incluir las nuevas visiones y voces que hoy pueden hacer parte de la idea que tenemos de lo que es Antioquia.

María del Rosario Escobar

¿Qué narrativa del futuro construimos en Antioquia?

Sabemos que ya no somos una sola Antioquia, que los frijoles ya no son la comida de todos que ahora nos define lo múltiple y lo diverso. Quizá no sepamos cuáles son los hilos que nos .entretejen: si la paz, el desarrollo económico y el progreso, los temas de género, la diversidad sexual o si es todo eso junto.

Entonces, ¿tenemos la necesidad de crear un nuevo relato público para ponernos de acuerdo?

Sí. Uno que nos permita comprender cómo queremos salir adelante o cómo queremos constituirnos como sociedad. El de progreso en libertad puede ser ese macrorrelato que sigue vigente pero que debe trascender el discurso de las élites políticas, intelectuales y económicas que han logrado convocar a otros para que seamos un departamento altamente productivo, para salir de la pobreza y el aislamiento, pero que dejó por fuera voces de mujeres, afrodescendientes y de otras poblaciones. Lo que está pasando ahora es que, después de 100 años de escuchar una sola voz, estamos escuchando otras.

¿Qué se necesita para que esas voces sean realmente escuchadas y se concreten esos acuerdos comunes?

Hay que darle tiempo al diálogo ciudadano para que lleguemos, en un ejercicio de conciliación y de combinación de relatos, a unos acuerdos. En este momento sentimos que un montón de paradigmas ya no son válidos porque el cambio climático, la crisis económica derivada de la pandemia, la persistencia de la guerra y las violencias que nos tienen paralizados pusieron todo en otra perspectiva. Todo esto no se ha decantado lo suficiente, pero creo que había un relato único y ahora, con la democratización de los mensajes y la voz de las comunidades, se muestra cómo ese relato dejó a mucha gente fuera que hoy quiere participar de la conversación.

«Nos falta la visión de una Antioquia diversa o no homogénea, una Antioquia integrada a otros procesos y no aislada».

Juan Luis Mejía

¿Qué narrativa del futuro construimos en Antioquia?

Tenemos, más o menos, con muchas aristas, una visión de Antioquia del pasado, pero nos falta construir una visión del presente y del futuro; nos falta la visión de una Antioquia diversa o no homogénea, una Antioquia integrada a otros procesos y no aislada. En la edificación de nuestro futuro, debemos despojarnos de la visión monolítica del antioqueño y fundar una visión enriquecida con culturas como las del río Magdalena o el Urabá, aún no asimiladas.

El pacto social que teníamos se rompió con las nuevas tecnologías. La nueva sociedad está estructurada en distintas tribus, aunque con una convivencia obligada. Ya no hay un solo relato, sino una multiplicidad de relatos y es lo que tenemos que entender y preguntarnos ¿es necesario el relato único o debemos hacer parte de un microrrelato haciendo parte de otros? La posmodernidad nos dice que ese relato único que lo congregaba la religión, los partidos políticos y otras instituciones, dejó de aglutinar y uno puede hacer parte de varios microrrelatos e identificarse con distintas causas, lejos de identidades únicas.

¿Para qué nos sirven las narrativas? Nos sirven, primero, para construir un futuro. Para reconocernos, volver a conocer, lo que genera una riqueza de sociedad mucho mayor que una sociedad homogénea porque la riqueza está en lo diverso. Eso nos permite relacionarnos con el otro sin juicios previos o estereotipos. Esta diversidad admite crear una sociedad multicolor, no monocromática. Estamos ante un logro del presente, donde no solo tiene voz el blanco que habla español y es cristiano.

Una conquista del relato del futuro será construir una ética civil que reemplace la religiosa. Porque la base para construir una sociedad diversa es el respeto del otro, saber que somos iguales, no porque somos cristianos, sino porque tenemos la misma dignidad como seres humanos.

#UnaAntioquia que se enriquece con muchas narrativas de futuro

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Futuro
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