Te tomará unos 5 minutos leer este artículo

En Colombia existen 25 bancos de alimentos, tres están en Medellín. Conoce la dinámica de dos de ellos, la logística para detener el desperdicio y las convicciones de quienes trabajan para que nadie pase hambre en Antioquia.

Saciar: el banco de alimentos más antiguo del país

Hace 26 años, en mayo de 1998, nació en Medellín el primer banco de alimentos de Colombia: la Fundación Saciar. Esta iniciativa surgió gracias a la visión de las familias Llano Mesa y Aristizábal Mesa, quienes, inspiradas por el legado de generosidad de sus ancestros, unieron esfuerzos para combatir la desnutrición en el país.

Silvia Elena Llano Mesa, una de las fundadoras de Saciar, explica: «Saber que nuestro trabajo evita que muchas personas se acuesten con hambre nos impulsa a seguir cada día».

Diariamente, 25 camiones recorren la ciudad recogiendo donaciones de supermercados, plazas de mercado, empresas alimenticias y agricultores. Los alimentos llegan a una bodega donde son seleccionados, clasificados y empaquetados con la ayuda de voluntarios y beneficiarios. Luego, se distribuyen a 380 instituciones que atienden a 170.000 personas cada mes, incluyendo niños, adultos mayores, migrantes, comunidades indígenas y familias desplazadas.

Mantener esta operación no es fácil. «El mayor reto es garantizar los recursos para cubrir toda la logística, desde transporte hasta funcionamiento», afirma Silvia. Para financiarse, Saciar realiza bingos, banquetes, campañas de apadrinamiento y venta de bonos. También adquieren productos esenciales, como granos y aceites, que no reciben en donación.

En casi 30 años, Saciar ha entregado alimentos y ayudas a más de 8 millones de personas, distribuyendo unas 90.000 toneladas de alimentos. Su misión sigue intacta: que nadie se acueste con hambre.

Fundación y banco de alimentos Central Mayorista: la comida no se bota

La fundación demuestra que las soluciones sostenibles y colaborativas son el camino para mitigar el hambre en Antioquia.

Martha Eugenia Quintero Gil, quien lleva 32 años en la Central Mayorista y desde hace 10 lidera la fundación, enfrenta un desafío crítico: reducir el desperdicio de alimentos en Antioquia, donde cada año se pierden 1,3 millones de toneladas de comida, según la Gerencia de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Maná).

Gracias a la colaboración de 3.000 comerciantes de frutas y verduras, la Fundación Central Mayorista pasó de recuperar 1.000 toneladas anuales a 15.335. Estos alimentos se clasifican y distribuyen a través de 570 organizaciones sociales, que incluyen parroquias, fundaciones, corporaciones, hogares del adulto mayor y centros de rehabilitación.

La fundación también trabaja con universidades y empresas para transformar alimentos perecederos, como plátanos y bananos, en productos procesados como harinas. Con estas iniciativas, buscan mitigar el hambre, reducir la desnutrición infantil y fomentar comunidades autosuficientes a través de programas educativos.

¿De qué manera podemos contribuir, desde nuestro trabajo o nuestras acciones, a reducir el hambre en Antioquia?

Los alimentos llegan a una bodega donde son seleccionados, clasificados y empaquetados con la ayuda de voluntarios y beneficiarios. Estos alimentos se clasifican y distribuyen a través de 570 organizaciones sociales.

Etiquetas:

hambrefebrero 2025bancos de alimentos de Antioquia
Únete al grupo de conversación.Únete al grupo de conversación.

Suscríbete a nuestro boletín y mantente actualizado.

He leído y acepto los términos y condiciones

La Revista Comfama es un medio de comunicación educativo, de circulación gratuita, que tiene como objetivo generar conversaciones sanas y constructivas que transmitan valores positivos a través del poder del ejemplo y las historias.