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Su zona costera, su cercanía con el canal de Panamá, su tejido empresarial, el desarrollo vial y la disponibilidad de mano de obra, hacen de Urabá un mercado lleno de posibilidades para la inversión local, nacional y extranjera. Dos inversionistas distintos comparten sus motivaciones para crear empresa allí.

ALEJANDRO COSTA, PRESIDENTE DE PUERTO ANTIOQUIA

Invertir en un puerto siempre es un riesgo, pero en Urabá, este se redujo en un 30 % gracias a que la industria bananera asegura anualmente 2.5 de los siete millones de toneladas que saldrán por Puerto Antioquia, una vez inicie operaciones en 2025.

Alejandro Costa, presidente de Puerto Antioquia lo explica bien: «Urabá representa el mayor eje de competitividad para Colombia y la dinámica de comercio exterior del banano permite asegurar un amplio porcentaje de su carga».

Las empresas francesas, peruanas y colombianas, que son socias en Puerto Antioquia, ya sabían del potencial de Urabá hace más de cinco años, por eso, decidieron invertir 780 millones de dólares en el proyecto, cuando el desarrollo vial que se requería empezó a hacerse realidad para que un futuro puerto fuera rentable.

Este puerto, el más cercano del Caribe a mercados como Bogotá y Medellín, permite reducir hasta la mitad del tiempo los recorridos de importaciones o exportaciones de productos desde y hacia otros países. Una tractomula que hoy recorre 1 000 kilómetros desde Bogotá hasta Urabá, podrá hacerlo en solo 750 kilómetros y, de los 600 kilómetros que recorre hoy desde Medellín, se tomará 300 kilómetros; esto implicará menos costos para las empresas. Además, los aeropuertos, el agua, el área disponible para el desarrollo productivo y sobre todo la cercanía con el canal de Panamá, hacen de la región de Urabá, definitivamente, la tierra prometida de todos los inversionistas.

SANTIAGO CORREA, FUNDADOR DE SIOMA TECNOLOGÍA.

En Colombia hay más de 650 mil hectáreas cultivadas con banano y palma de aceite, en las que la tecnificación es necesaria.

Santiago Correa tiene 29 años, nació y creció en Apartadó, y de su época escolar recuerda que las salidas del colegio eran a conocer cultivos de banano. También se acuerda de que por años escuchó a varios agricultores comentar muchos problemas asociados a la productividad en el campo.

En Medellín estudió Ingeniería Biomédica y Mecatrónica. Lo hizo porque ya había identificado su propósito de vida: regresar a la región, fundar empresa y desarrollar tecnología.

Encontró en este mercado millonario un problema común que necesitaba respuesta: el nivel de productividad por cada operario en campo.

Ahí enfocó sus esfuerzos y creó un ecosistema que integra software y hardware, que permite producir más fruta por hectárea aumentando la productividad de cada agricultor en el mismo tramo de terreno, mediante la generación de información.

Urabá es una oportunidad para la tecnificación del campo, algo que sin duda representará mayor competitividad, calidad y disminución del precio a la hora de la comercialización.

¿Qué otras oportunidades de inversión se te ocurren en Urabá?

#UrabáSoprende... con sus oportunidades de inversión y crecimiento

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inversionistasurabáseptiembre 2023
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