Convertir emprendedores en multiplicadores

Una gramera, porque en repostería se requiere precisión; tapete de silicona para hornear las galletas; espátula para retirar la torta del molde y capacillos para hacer cupcakes o pastelitos. También moldes, tazas, cucharas, libros, recetarios y horas en la cocina compartiendo juntos. Esta fue la herencia, en vida, que Blanca le regaló a su hijo Luis al ver que él era tan aficionado a la repostería como ella. 

Blanca siempre ha sido una curiosa aprendiz. Cuando estudiaba en el SENA, unas compañeras le hablaron de las clases que dictaba Interactuar y, como soñaba con fundar una panadería para sus hijos, encontró allí la oportunidad de aprender a hacer desde galletas y tortas, hasta administrar un negocio.

Primero hizo el curso de tortas, luego el de cubiertas, en medio de un diciembre hizo el de mazapanes. Finalmente, no fundó la repostería, pero lo que aprendió allí lo practica cada día en su vida. Es joyera de profesión y lleva su taller como una empresa, mientras, por gusto, sigue preparando las tortas en cada cumpleaños o fecha especial.

«Luis, vos por qué no te metés al curso de finanzas de Interactuar», le dijo alguna vez a su hijo. A la vecina también le recomendó que iniciara su negocio con la asesoría de Interactuar. «A todo el que pueda, se lo recomiendo, porque no hay que ser egoístas con el conocimiento», dice. «Cuando yo estudiaba allá era una fanática de Interactuar, porque sus capacitaciones son excelentes». 

- Má, ¿vos sí estás cobrando bien lo que estás haciendo? Le pregunta su hijo cuando ve los precios de sus productos.

- Sí mijo, le responde, mientras toma una hoja y le calcula la rentabilidad, como lo aprendió allá.

Que Blanca haya pasado de usuaria a multiplicadora de la labor de Interactuar no es un hecho fortuito, es el resultado de una estrategia empresarial orientada al futuro. La empresa sabe que cada multiplicador del mensaje les ayudará a que sus resultados, año tras año, se apalanquen y sean exponenciales.

El proceso para lograrlo involucra: grupos, podcast y eventos, en los que se resalta la responsabilidad de los empresarios que han pasado por su escuela de negocios y pueden multiplicar el impacto que han recibido con otros emprendedores. Incluso, muchos de ellos, se convierten en mentores naturales.

Blanca, cada que puede, comparte lo que sabe porque eso le cambió la vida. Dicen que cuando compartimos las cargas, estas se reducen a la mitad y que cuando compartimos las alegrías, se duplican.