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Para Daniel y Juan Camilo adelantarse a los cambios, sortear las piedras del camino, sin tener que tropezar con ellas y no esperar a que una crisis los hiciera reinventarse, fue sinónimo de progreso en su empresa, Bohío Playa.

Para fabricar una prenda se puede necesitar alrededor de siete mil litros de agua; lo que una persona podría beber en 10 años. Datos como este, llegaron a la vida de Daniel y Juan Camilo Velásquez, creadores de Bohío Playa, una empresa que nació en 2015.  

Fue creada por Daniel cuando era vocalista de una agrupación de música tropical, para que él y su compañeros tuvieran prendas únicas. Con el voz a voz, otros cantantes como Juanes, Manuel Medrano y el dominicano Vicente García, empezaron a usarlas. 

En 2018, invitó a su hermano Juan Camilo, administrador de empresas, a trabajar con él. Ambos, de familia emprendedora, sabían que no bastaba con producir mucho y a toda máquina, lo importante era adelantarse a un mercado cada vez más exigente. 

Descubrieron que la industria textil lidiaba con una alerta: el fastfashion o la moda rápida que implica la producción de prendas acelerada, a bajo costo, en precarias condiciones laborales y con un alto impacto ambiental. Decidieron ir contra la corriente y promover, desde su marca, un consumo más sostenible que hiciera la diferencia.  

Analizaron su mercado y se dieron cuenta de que muchas personas preferían comprarle a marcas sostenibles y comprometidas con sus causas, que comprar las prendas más baratas.  

Empezaron a indagar y buscar qué hacer al respecto. Leyendo y conversando con otros llegaron al concepto conocido como slow fashion o moda lenta, corriente que defiende la fabricación de prendas de vestir amigable con los animales y el medio ambiente.   

Así fue como sin esperar a que los sorprendiera una crisis para estar siempre vigentes crearon camisas 100 % ecológicas.  

Llevar esta decisión a la práctica no fue sencillo, implicaba reinventarse sobre la marcha. Dejaron de producir camisas tradicionales, con proveedores conocidos, procesos ya estandarizados, para renovar todo el sistema de proveedores, gestionar nuevas materias primas e incluso diseñar otras formas de distribución.   

El primer mes solo facturaron cinco millones y se dieron cuenta de que no podían vivir de su empresa, la gente prefería comprar en un punto físico para ver y sentir las prendas. Además, en el portafolio tenían más productos para hombres y esto limitaba las compras. Fue así como se lanzaron a abrir la tienda física y ampliar su línea femenina.   

Luego, al analizar las opciones que tenían y renovar todos sus procesos lograron producir camisas con un 50 % a base de botellas PET recicladas y 50% algodón reciclado de prendas de segunda mano. Un año después lograron facturar hasta un 200 % más.   

Leer el mercado y perder el miedo a empezar de nuevo, ha hecho que hoy Bohío Playa sea una empresa sólida que logra conjugar su compromiso con el cuidado del medio ambiente, con un negocio diseñado para el futuro y que, además, es rentable.

#ElProgresoEs adelantarse a los cambios

Dice la ciencia: nuestra mentalidad da forma a si creemos que podemos aprender, cambiar y crecer, o no. Fuente: Mindset, de la psicóloga americana Carol Dweck. ¿Qué cambios has hecho en tu vida que, sin ser necesarios, te beneficiaron luego?

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